miércoles, 27 de mayo de 2009
"¿Qué importa existir, si se es?"
F[ernando] P[essoa] se volvió hacia Caeiro: "Dígame una cosa" (y apuntó con el cigarrillo): "¿Cómo considera un sueño? ¿Un sueño es real o no?"
"Considero un sueño como considero una sombra", respondió Caeiro inesperadamente, con su acostumbrada presteza divina. "Una sombra es real pero es menos real que una piedra. Un sueño es real -si no no sería sueño- pero es menos real que una cosa. Ser real es ser así."
Notas para recordar a mi Maestro Caeiro. Álvaro de Campos.
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