lunes, 29 de septiembre de 2008
Uno se acuerda sólo de lo que hace por costumbre. Todo lo demás desaparece. Lo que has dicho o creído ya no existe. Recuerdo una mañana que había una niebla de algodón, y parecía que el mundo se había borrado. Ni siquiera se oían los pasos. Recuerdo eso.
Cesare Pavese: El Camarada. Trad. Esther Benítez.
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