martes, 30 de diciembre de 2008

El comerciante y los estafadores

El palomo refirió: «Me he enterado de que en una ciudad había un comerciante muy rico llamado Sinda. Preparó los camellos y las correspondientes mercancías, y se dirigió a otra ciudad a vender. Dos hombres malvados, que disponían de algún dinero y unas cuantas mercancías, lo siguieron y se presentaron a él como si también fuesen mercaderes. Viajaron a su lado hasta que, al llegar al término de la primera etapa, se pusieron de acuerdo para enredarlo y apoderarse de lo que llevaba con él.
»Al mismo tiempo, cada uno de ellos pensaba en su interior engañar a su compañero y se decía: "Cuando hayamos estafado al comerciante, me apoderaré de los bienes de mi amigo y seré el único dueño de todo".
»Cada uno de ellos celó las intenciones del otro, pero ambos a la vez envenenaron parte de la comida y se la ofrecieron, con lo que murieron los dos después de haber estado sentados hablando con el comerciante. Al ver éste que tardaban en volver, fue a buscarlos y los encontró muertos. Entones comprendió que ambos eran estafadores, los cuales, al intentar engañarlo, habían perecido víctimas de sus propias insidias. Gracias a esto, el comerciante se salvó y, además, se apoderó de sus bienes».

Noche 152 en Las Mil y Una Noches. Trad. Juan Vernet.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Realmente nunca he sentido ganas de leer las mil y una noches, bueno mas alla de la curiosidad de la portada de una edicion vieja que tenia en casa propiedad de mi papa, pero ahora que leo tu post, podria hacer un esfuerzo, a lo mejor tanta gente tendria razon por primera vez,

Gracias por compartir :)

Tamaño Oficio dijo...

Te confieso que no las he leído completas, pero precisamente su virtud es que puede leerse a partir de cualquier página, cualquier día o entrelecturas.


(Bueno tenerte otra vez por acá, un fuerte saludo.)