domingo, 14 de diciembre de 2008

Winfried Georg Maximilian Sebald reposa en el jardín de la iglesia de St. Andrew, en Framingham Earl, pequeño pueblo al sur de Norwich, ciudad inglesa en la que trabajó como profesor de literatura desde 1970.

Sebald, el fantástico Sebald, creía apasionadamente en que la memoria es el "sostén moral de la literatura", y que ella da ese peso específico que necesita la frase para llegar al lector. Eso son sus libros: memorias, grandes recuerdos europeos.

Van siete años. Flores en su tumba. 

La hermosa ilustración la encuentro en este álbum vía flickr.

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