viernes, 27 de febrero de 2009

La oscuridad es una ceguera, en la que, no obstante, se puede con dedos ciegos estrechar dedos de otros no menos ciegos, o bien caminar entre dos, solidarios en el recuerdo y en la nostalgia de la luz... En cambio la muerte no es oscuridad ni luz, sino sólo abolida memoria, aniquilación y ausencia total, incineración sin escorias supervivientes, donde todo lo que ha sido no sólo ya no es ni será, sino que es como si nunca hubiese sido...

Gesualdo Bufalino: Las Mentiras de la noche.

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