lunes, 28 de abril de 2008
martes, 22 de abril de 2008
"Y va esa persona, voy yo caminando por el bosque y me encuentro a quinientos mil gallegos que van caminando y llorando. Y entonces yo me detengo (gigante gentil, gigante curioso por última vez) y les pregunto por qué lloran. Y uno de los gallegos se detiene y me dice: porque estamos solos y nos hemos perdido."
Roberto Bolaño, "Los detectives salvajes", p 448. Anagrama, 2006.
Roberto Bolaño, "Los detectives salvajes", p 448. Anagrama, 2006.
miércoles, 9 de abril de 2008
"Aún veía la forma en que él vino a ella en el rayo de la luna, con la calma de sus ojos, la sencillez inexplicable de sus gestos como remojados en la flotante pureza original, y cómo él la lavó, la besó, la vistió, la sostuvo con sus dos brazos pasados por su cintura, y cómo ella se sintió entonces más deliciosamente rodeada que por una legión de ángeles del cielo, cómo experimentó algo más inundante y más suave que lo que podría ser la conciencia en el sueño; remitida por siempre en él a una pura y delirante confianza, al absoluto abandono de ella misma encima de un abismo donde nunca podrían sepultarla otra cosa que sus brazos."
Julien Gracq, 1910-2007.
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